La pubertad: Una etapa de cambios y de transición.

Hola de nuevo queridos padres,

Soy la Dra. Ute Brödel Ampudia, de la Clínica Alemania.

Hoy quiero dirigir mis palabras especialmente a los padres que tienen hijos en la fase de la pubertad.

La pubertad es una etapa crucial en el desarrollo de los niños, que marca el inicio de la transición hacia la adolescencia. Generalmente, comienza entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y 14 años en los niños, aunque cada persona tiene su propio ritmo. Durante este tiempo, ocurren cambios físicos, emocionales y sociales que pueden ser abrumadores, tanto para los hijos como para los padres.


👩👨 Cambios físicos

En las niñas, los cambios físicos incluyen el desarrollo de los senos, el inicio de la menstruación, y el crecimiento de vello corporal. Pueden notar que sus caderas se ensanchan y que comienzan a producir más sudor, lo que puede requerir una nueva rutina de higiene personal.

En los niños, suele comenzar con el agrandamiento de los testículos, el cambio de voz (que puede volverse más grave de forma gradual o abrupta) y el crecimiento de vello facial y corporal. También experimentan un estirón significativo en su crecimiento, a menudo acompañado de un aumento de la sudoración y cambios en la piel, como el acné, que puede afectar su autoestima.


💫 Cambios emocionales y sociales

No solo el cuerpo cambia; las emociones también pueden fluctuar de manera intensa.
— Ute Brödel Ampudia

No solo el cuerpo cambia; las emociones también pueden fluctuar de manera intensa.

Los adolescentes pueden volverse más reservados, tener altibajos emocionales y buscar mayor independencia.

Es común que comiencen a darle más importancia a sus amigos y a su imagen personal, que a las recomendaciones de los padres o tutores. Además, pueden experimentar sentimientos de inseguridad, cuestionar su identidad y tener dificultades para gestionar sus emociones. Los padres pueden observar cambios en sus intereses, humor cambiante y un deseo creciente de privacidad.


👉 ¿Cómo pueden los padres acompañar a sus hijos en esta etapa?

  1. Comunicación abierta y honesta:

    Es fundamental crear un espacio seguro donde los hijos se sientan cómodos para hablar sobre sus dudas y emociones. Escuchar sin interrumpir y validar sus sentimientos, incluso si parecen triviales, fortalecerá la confianza mutua. Hacer preguntas abiertas como "¿Cómo te has sentido últimamente?" pueden facilitar el diálogo.

  2. Información adecuada a su edad:

    Explicar los cambios físicos y emocionales, con un lenguaje claro y adaptado a su nivel de comprensión, les ayudará a sentirse preparados y menos ansiosos. Utilizar libros o recursos educativos apropiados para su edad, puede reforzar lo que se les explica y les puede proporcionar una referencia confiable a la que acudir si tienen dudas.

  3. Respeto por su privacidad:

    Aunque es importante estar presentes, también lo es respetar su espacio personal. Mostrar interés sin invadir su intimidad fomentará una relación equilibrada. Por ejemplo, en lugar de exigir detalles sobre su vida social, preguntar de forma casual "¿Cómo te fue hoy con tus amigos?" puede ser más efectivo.

  4. Modelar el autocuidado:

    Ser un ejemplo de hábitos saludables —como una alimentación balanceada, ejercicio regular y gestión del estrés— les enseñará a cuidar su propio bienestar. También es útil hablar abiertamente sobre la importancia de la salud mental y emocional, promoviendo actividades que les ayuden a relajarse y expresarse, como el deporte, el arte o la música.

  5. Reforzar la autoestima:

    Felicitar sus logros, animarlos a explorar sus intereses y recordarles que el valor de una persona va más allá de su apariencia física fortalecerá su confianza. Ayudarlos a identificar sus fortalezas y habilidades únicas les dará herramientas para enfrentar las inseguridades que puedan surgir durante esta etapa.


En definitiva, la pubertad puede parecer un viaje complicado, pero con paciencia, empatía y una comunicación constante, los padres pueden y deben convertirse en un pilar esencial para sus hijos. Éste es un momento perfecto para fortalecer vínculos y acompañarlos en su camino hacia la vida adulta.

Como pediatra, siento la importancia de ese momento de la vida de mis pacientes adolescentes. Animo a todos los padres con niños/adolescentes en esa etapa, a que acudan a la consulta para poder hablar y resolver tranquilamente sus dudas y preguntas. En mi opinión, es muy importante establecer un buen seguimiento durante esta etapa. 

Os mando un abrazo fuerte y hasta pronto.

Con cariño,

Dra. Ute Brödel Ampudia

 
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